miércoles, 11 de abril de 2012

Los Soprano


Continúo este apartado dedicado a las series de televisión, recomendando a la más laureada de la historia y que ha acumulado más de 20 premios Emmy y 5 globos de oro entre sus más de 200 galardones obtenidos. Esta serie perteneciente a la cadena norteamericana HBO se inspira en películas ambientadas en la mafia como “El padrino” de Coppola o “Uno de los nuestros” de Scorsese, y si en la primera Marlon Brando se convirtió en un personaje al que cualquier mafioso hubiera querido parecerse, en esta serie James Gandolfini representa al jefe de la familia Soprano en el papel de Tony Soprano interpretando a la perfecciòn a un mafioso que dirige su propia familia con sus negocios alternativos.
A lo largo de los 86 episodios el creador de la serie David Chase nos conduce por la historia de una familia mafiosa en Nueva Yersey dejando patente la fidelidad que se debe a la misma desde el mismo momento en que se forma parte de ella. El final de la serie es una secuencia bastante abierta donde ha habido diferentes interpretaciones y todos los que hemos visto su historia deseamos que en algún momento se produzcan más episodios y la historia de Los Soprano continúe desarrollándose.
Añado el enlace a la web no oficial, creada por fans de la serie, que contiene toda la información de Los Soprano y donde se puede comprar desde una camiseta del Bada Bing hasta obtener información sobre el recorrido turístico que se realiza por las localizaciones de rodaje en Nueva Yersey, por si alguno va a Nueva York y le apetece disfrutarlo.

miércoles, 4 de abril de 2012

Serie de tv Berlin AlexanderPlatz-Fassbinder-1980


Analizar lo ocurrido en la Europa del siglo XX, política y militarmente con sus hechos y consecuencias, sería una labor bastante ardua para cualquier historiador actual, que se encontraría con una numerosa bibliografía para investigar y tardaría bastante tiempo en realizar una síntesis fiable. Sin embargo, para comprender la evolución de la Europa Occidental y su conexión con el resto del mundo, principalmente hacia el este y el oeste de sus territorios, bastaría con visionar los 14 episodios de esta magnífica serie de televisión rodada en los años 80 por el director alemán Fassbinder.
Basada en la novela del escritor alemán Alfred Döblin nos cuenta la historia de Franz Biberkopf, un antihéroe que encarna a la perfección el actor Günter Lamprecht, y su vida  por el Berlín de los años 20. A su salida de la cárcel empieza un periplo por una ciudad que no reconoce, una ciudad en la que el sobrevivir se ha puesto cada vez más difícil, una ciudad en la que cualquier empleo puede significar la línea entre la miseria y la supervivencia, y todo ello en medio de personajes bastante singulares que llevarán a Franz, unas veces hacía el vacío y otras hacía el infinito, allí donde los dos conceptos anteriores se juntan. Repleta de monólogos interiores que provocan la reflexión del espectador, algo que últimamente resulta molesto para la suma de gobierno y poder, traslada hacia el exterior toda la  fuerza narrativa, que apoyada por la música y la fotografía sucia de grano gordo, no tiene similitud con ninguna producción posterior realizada.
Situándonos en el contexto socio-político de la época vemos que Alemania acababa de firmar el Tratado de Versalles en el 1919 y le había sido impuesto por los aliados un catálogo de sanciones bastante severo y difícil de cumplir. Esto provocó el auge del partido nazi y su posterior victoria para hacerse con el poder. Al otro lado del telón de acero se desarrollaba un régimen comunista no menos sanguinario y que competía por superar en muertos al partido de Adolf Hitler. Esta situación se refleja de una manera pura y bastante intencionada en la serie, sin caer en la discusión que corresponde a los historiadores, y refuerza el argumento que se crea alrededor del personaje principal.
Remasterizada en el año 2007 y presentada en un cofre negro, del mismo color que Franz veía su vida en el período de entreguerras, incluye un gran making-off en el que se tiene la oportunidad de ver el rodaje que se llevó a cabo en los años previos a la caída del muro de Berlín, años en los que la esperanza se convirtió en realidad, algo que no pudo lograr el personaje de Fassbinder.
Jose.-