lunes, 13 de junio de 2011

La conversación-1974- Francis Ford Coppola

Aunque este director estadounidense es mundialmente conocido por su saga de películas de “El Padrino”, he elegido este thriller de los años 70 que viene a consolidar una época dorada en este género cinematográfico, así como a reflejar el ambiente de desconfianza que existía en la sociedad norteamericana hacia los políticos y  las grandes corporaciones con  su inmenso poder en la sombra, por ello no sería casualidad que se estrenara en Nueva York cuatro meses antes de la dimisión de Richard Nixon por el caso Watergate, aunque casualidades han surgido siempre a lo largo de la historia.

Con una base en el cine negro clásico del Hollywood de los años 40, y una relación, asumida por el mismo director una vez acabado el rodaje de la película, con la cinta “Blow-up” del maestro italiano Antonioni, donde un fotógrafo cree haber descubierto un crimen a partir de ciertos datos, la investigación en ambas no queda resuelta, y se pone de manifiesto la impotencia del detective para luchar contra determinados poderes de una todopoderosa organización. Si en una era un fotógrafo el que quedaba al descubierto, en la obra de Coppola es  el detective Harry Caul (Gene Hackman) el que se asoma al mundo del inconsciente sobre su personaje.

La imagen corre a cargo del Director de Fotografía Bill Butler, autor también de “alguien voló sobre el nido del cuco” y “Grease”, considerada esta última un referente en el género del cine musical, nos muestra una fotografía con colores fríos, acorde a los hechos que se nos presentan, donde predominan los azules y en muy pocos momentos podemos ver algún color llamativo. El uso de teleobjetivos es muy frecuente, sobre todo en los primeros minutos de la película, donde traslada al espectador a una acción de espionaje a distancia en una plaza, lugar de San Francisco donde fue rodada esta cinta.

En esta película podemos ver a un jovencísimo Harrison Ford en uno de sus primeros papeles cinematográficos, así como a un secundario de lujo como fue John Cazale, actor que dejó su huella en las dos primeras partes de la saga “El Padrino” y desafortunadamente murió con apenas 42 años.

En definitiva, una película para los amantes de los thriller de los 70  indispensable, y para aquellos que aún no la han visto, una clara muestra del cine policíaco en el que, sin apenas efectos especiales,se logra una historia con un ritmo excelente que te mantiene pegado a la pantalla hasta el final.
Jose.-